A estas alturas parece innegable que Internet es una de las invenciones más revolucionarias en la historia de la humanidad, una cuyo alcance puede medirse en función de las prácticas cotidianas abandonadas, modificadas y generadas a partir de la interacción cotidiana con dicho medio.
En este sentido resulta claro por qué algunos estudiosos de los hábitos de consumo hablen de ciertos productos que las nuevas generaciones definitivamente no adquirirán y estos son los siguientes.
El Periódico
Muchos han anunciado en repetidas ocasiones el fin del periodismo impreso, quizá una de las pocas cosas que parecen totalmente seguras de nuestro futuro inmediato. Grandes periódicos han anunciado ya el cese de su publicación en papel para dedicarse únicamente a sus sitios en línea. Y esto no solo por la desventaja que representa el tiempo real de Internet en comparación con la imprenta, sino también por una razón mucho más práctica: la gente simplemente ha perdido el hábito de comprar el periódico.
La telefonía fija
La telefonía parece que compartirá la suerte de los periódicos impresos: alguna vez indispensable, terminará por dejar su lugar a otras formas bastante similares de comunicación pero adaptadas a los vertiginosos ritmos contemporáneos. Actualmente en Estados Unidos más de la mitad de la población de entre 25 y 29 años vive únicamente con teléfonos portátiles a su disposición.
Computadoras de escritorio
Si la movilidad es un signo de esta generación, entonces es comprensible que sus miembros prefieran las computadoras que puedan llevar consigo a aquellas que los fijen a un lugar.
Televisión
La televisión, el objeto icónico de épocas pasadas, ha sido también desplazado y sustituido por el vasto contenido de la Red: si un tiempo verla fue una de las actividades principales en un día normal del estadounidense promedio, ahora algo de este tiempo ha pasado a ocuparse a la navegación en Internet.
Publicado por: Jorge Medina
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