El ballet es también para machos

Para un hombre, el ballet nunca había sido tan divertido. Ya vemos que un chico que se toma una Isenbeck en un bar con sus amigos, puede perfectamente ir a una clase en una escuela de ballet y sentirse más macho que nunca.

Con la canción Footloose de fondo, las muchachas se turnan en hacer sus rutinas, calentamientos y ejercicios con la ayuda de nuestro macho. Una por una son levantadas por este hombre que sí SABE cómo son las cosas.

Sus amigos, desde la puerta del salón, lo observan sorprendidos pues nunca se imaginaban que el ballet, en este caso particular, es también para machos. Isenbeck, una vez más demuestra su capacidad de llevar su sabor a otros extremos. 100% malta 100% cerveza. ¡Salud!